Tras la investigación publicada del New York Times que revela que el subsecretario de Derechos Humanos de México Alejandro Encinas fue supuestamente espiado con el programa Pegasus, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó la veracidad de estas afirmaciones aunque negó rotundamente alguna participación por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y aseguró que “no se sabe quién“.
Durante la conferencia mañanera en Palacio Nacional, López Obrador dijo que aconsejó a Encinas minimizar la relevancia del asunto, al tiempo que le subrayó que desde el Gobierno no existen intenciones de monitoreo indebido hacia ninguna persona.
“Sí me lo comentó (Encinas) y le dije que no le diera importancia, porque no había ninguna intención de espiar a nadie”, señaló López Obrador.
El presidente insistió en la postura gubernamental contraria al espionaje, aludiendo a prácticas similares durante administraciones previas. “No se debe de espiar a nadie, eso se hacía antes en la época de García Luna“, recordó.
El informe del New York Times detalla que Encinas ha estado bajo vigilancia mientras presidía una comisión de la verdad destinada a investigar la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014.
Aunque no hay prueba concluyente de la autoría del espionaje, el Ejército mexicano figura como sospechoso, por ser la única entidad en México con acceso a Pegasus, un software desarrollado por la firma israelí NSO.
A pesar de las aseveraciones del periódico, tanto el presidente López Obrador, como el ministro de Defensa y el propio Alejandro Encinas, han optado por no comentar sobre el supuesto espionaje.
“Es que nosotros no espiamos. No (fue la Sedena), nosotros no espiamos, no somos iguales. Y no torturamos y en este Gobierno no hay masacres como había anteriormente y se respetan los derechos humanos”, concluyó López Obrador.