Alejandro Armenta fue priísta 27 años de sus 53 años de vida, aunque se quiera disfrazar de humanista
La credibilidad de un hombre se mide por sus acciones, de hecho, por la repetición de sus acciones, es decir, si un hombre es moral un día, no se considera tan valioso como si lo fuera por años, así mismo si es a moral un día, no está en tela de juicio su vida de la misma forma que si es a moral 27 años de su vida. El actual senador Alejandro Armenta es una manzana podrida que es capaz de contaminar toda una canasta.
Cinco años en la “4T” no es mucho, no llega a ser un sexenio, no alcanza para dar resultados positivos en la administración pública, pero sobre todo, alguien que milita desde apenas hace cinco años en una corriente política no se llega a construir una carrera y mucho menos se llega a ser aceptado; el político de Izúcar de Matamoros, Puebla, Alejandro Armenta lleva tan solo cinco años en la corriente de izquierda, me refiero a Morena, antes militó, defendió y se comprometía con el PRI, se relacionó con los personajes, algunos de lo más obscuro del viejo régimen, de forma fraterna, comprometida y cómplice. Como él mismo dice: lleva 32 años siendo un político.
Alejandro Armenta siempre será priísta
Si hacemos cuentas, el actual senador de la República Alejandro Armenta militó toda una vida en el PRI, y hoy nos quiere vender la idea de que su calidad moral siempre ha estado en el humanismo que Morena representa, pero lo que en realidad él representa es esa clase política que se acomoda según lo que le convenga a su hambre de poder, a su bolsillo pues.
El hoy senador morenista aprendió las mañas de un príísta de la vieja escuela, y si su ambición le lleva a traicionar y a negar sus orígenes, y a las personas que ha servido, lo más seguro es que estemos ante un priísta. Alejandro Armenta fue priísta 27 años de sus 53 años de vida, solo que ahora le conviene acercarse al ideal humanista de Morena, aunque sea solamente en el discurso
Las causas del exgobernador Mario Marín Torres fueron sus causas, sus luchas fueron sus luchas, su amistad con este polémico personaje es épica, a tal grado de llamarlo su “padre político”, tanta fue su cercanía que fue secretario de Desarrollo Social de Puebla y dirigente estatal del PRI en el sexenio marinista (2005-2011); pero ya no; ya no es conveniente para su ahora ideología decirlo, reconocerlo e incluso lo niega, de ese tamaño es su calidad moral.
El a moral Armenta tiene un pasado priísta y un futuro también priísta, así lo retratan sus actuales acciones al vincularse con los poderosos políticos poblamos Morales, así lo retrata su vinculación con el asesinato de la abogada Cecilia Monzón Pérez, vía su operador Javier López Zavala; Armenta es perverso, cobarde y oportunista, todo un priísta de la vieja guardia.
Alejandro Armenta corrompe lo que tiene a su alcance, su única ideología es la que pueda meter a sus bolsillos, bajo su avaricia caerá Morena en Puebla, bajo su ambición el avance democrático de la transformación se irá al caño de la historia con su nombre en letras doradas, se aferrará a ser gobernador, pero la gente no es tonta, aunque sea candidato no lo va a lograr porque tiene las manos manchadas y su verdadero ser a moral, lo perseguirá porque no sabe ser de otra forma. Un priísta con 27 años consecutivos, de trayectoria lo delatan; mariomarinista de cuna y juventud, la manzana podrida de la canasta.