La indiferencia de las autoridades de Jalisco y sus políticas misóginas recrudecen las circunstancias de violencia de género en la entidad, que se ha convertido en la tercera más peligrosa para las mujeres a nivel nacional.
Entre los altos índices de delitos por extorsión, homicidios y asesinatos, el informe por el cuarto año de gobierno de Enrique Alfaro estuvo marcado por la incapacidad de las autoridades para enfrentar la crisis de seguridad pública.
En materia de feminicidio, el reporte de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) revela que los 63 casos que se han registrado desde el arranque del gobierno de Alfaro, colocan a Jalisco sólo detrás del Edomex, con 132; y Nuevo León, con 70.
Cabe mencionar que tan sólo cinco entidades de mexicanas, ahora incluyendo a Jalisco, concentran el 42.5% de los casos totales de feminicidio en México.
Ante las cifras presentadas, toman fuerza los reclamos de colectivos y familiares de víctimas antes el lento o nulo actuar del gobierno, además de la falta de aplicación de medidas de protección a potenciales víctimas, petición que se ha recibido con oídos sordos.
Producto de este abandono es la indignación de los jaliscienses en torno a casos como los de Ángela María Barba Asencio y Luz Raquel Padilla, quienes solicitaron protección de las autoridades ante amenazas que atentaban contra su integridad, y únicamente se enfrentaron a un aparato de Estado lento y burocratizado, que se refuerza con los pronunciamientos del gobernador, que minimizan el impacto de los hechos e incluso han revictimizado a las mujeres.
Derivado del caso de Luz Raquel, Cecilia Patrón y Diana González, diputadas federales por el PAN, presentaron una denuncia en contra de Enrique Alfaro y su gobierno para investigar la inacción de funcionarios estatales y del ayuntamiento de Zapopan al no brindar protección a Luz Raquel Padilla.
Las legisladoras estuvieron acompañadas por Laura Esquivel, secretaria de Promoción Política de la Mujer del Comité Ejecutivo Nacional, y de Diana Araceli González, Presidenta estatal del partido.
Asumiendo que la seguridad de las mujeres pasa de ser un tema de seguridad pública a un asunto personal contra su gobierno, Enrique Alfaro dijo, cuando fue cuestionado al respecto, que:
“Me parece muy delicado que asuntos de carácter familiar empiecen a ventilarse de esa manera, queriendo generar un problema de carácter político”.
Alfaro negó cualquier tráfico de influencia para beneficiar al agresor, lo que generó descontento social no sólo por la revictimización y falta de credibilidad en la madre afectada, sino por un reciente caso sobre violencia política de género en Guadalajara.
No obstante, el gobernador pasa por alto que los números rojos también están presentes en todos los rincones de Jalisco: el Monitoreo de Indicadores de Desarrollo de Jalisco muestra que delitos como robo a vehículos aumentó 250%, el robo a negocios 800% y los homicidios dolosos se duplicaron de 2015 a la fecha.