La hoy presidenta de Morena Puebla intenta darse baños de pueblo como la gran ayudante de los necesitados. El pueblo somos todos dice la Garci-Crespo, tan falsa como su supuesto nombre Olga Lucía Romero Garci-Crespo. Solo los viejos conocidos saben de su ambición, de sus delitos, de su verdadero nombre Mónica Caballero Garci-Crespo, La Monina, para los amigos y enemigos…
Ahora la Monina Garci-Crespo, se las da de sencillita y carismática, pero sobre todo, de la más morenista siguiendo los principios: “no robar, no mentir no traicionar”. Pero la Garci-Crespo ha robado cuanto ha podido, herencias, recursos públicos, pruebas y expedientes en el juicio hereditario de la empresaria avícola Socorro Romero Sánchez, SRS; eso sin contar el lavado de dinero del que está acusada…
La mentira y la traición deberían ser los dos apellidos de la Monina Garci-Crespo. Pero ahora se las da de muy buena y altruista, cuando la única altruista fue la señorita SRS, comprobado por los cientos y cientos de personas que sigue ayudando aún después de muerta.
Y si algo es la Monina es traicionera. Solo por recordar, antes se vestía de azul y blanco y ahora su uniforme es guinda y dice Morena. Hablar por hablar es la especialidad de la Monina Garci-Crespo. Una arpía peligrosa vestida de guinda que se dice del pueblo, de la Cuarta Transformación. Una mustia vestida de guinda que no puede justificar de dónde viene su fortuna, pero todos los tehuacaneros saben que su oficio de proxeneta la precede hobi.