El empresario mexicano Alejandro Martí Haik falleció este lunes a los 73 años, informó el excandidato presidencial José Antonio Meade. El también activista es recordado no solo por ser uno de los impulsores del deporte, sino por el secuestro y homicidio de su hijo de 14 años, Fernando.
“Me da mucha pena enterarme de la muerte de Alejandro Martí. Un hombre valiente y comprometido. Convirtió su dolor en causa y exigencia para un mejor país. Siempre con ánimo y empeño constructivo, deja con su vida gran ejemplo. Ofrezco mis oraciones a sus familiares y amigos”, escribió Meade en Twitter.
Tras la muerte de su hijo, se le recuerda una frase que pasó a la posteridad lanzada en 2008 durante la firma del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Legalidad y la Justicia ante el Consejo de Seguridad Nacional.
“Si no pueden, renuncien, pero no sigamos usando las oficinas de gobierno, no sigan recibiendo un sueldo por no hacer nada porque eso también es corrupción”.
Alejandro Martí fundó la cadena de tiendas de ropa y artículos deportivos “Deportes Martí”, así como de la organización México SOS.
Un entusiasta de la pintura, quienes lo conocen, aseguran que tras la muerte de su hijo Fernando, su agonía comenzó a reflejarse en sus lienzos. Aunque los caballos eran un tema recurrente de su obra, en la tormenta post mortem, una cabeza de equino podría transformarse en una bestia, contó en alguna ocasión su amigo y maestro, Ismael Ramos.
¿Qué le pasó a su hijo?
El 4 de junio de 2008 Fernando Martí se dirigía a su secundaria en la Ciudad de México, a bordo de un automóvil conducido por su chófer y acompañado de su guardaespaldas.
Al llegar a la altura de Avenida de los Insurgentes Sur y la colonia Jardines del Pedregal, el BMW blindado en el que circulaba el menor fue detenido por un retén de supuestos agentes federales, quienes se lo llevaron.
Según fuentes judiciales, la familia Martí pagó un rescate de seis millones de dólares, sin embargo, luego de 53 días, el 31 de julio, el cuerpo del menor fue hallado dentro de la cajuela de un auto Corsa Palata con reporte de robo, el cual se encontraba abandonado en la colonia Villa Panamericana, de la Alcaldía Coyoacán.
Según los exámenes del forense, Fernando había muerto a principios de julio.
La tragedia de perder a su hijo, cambió la vida de Alejandro Martí, quien pasó de ser solo empresario para dedicarse al activismo por la seguridad.