En los últimos meses a Olga Lucía Romero Garci-Crespo o Mónica Caballero Garci-Crespo solo le ha restado navegar con bandera de humildad. La soledad política le ha dejado en un sitio vulnerable y se ha dedicado a darse baños de sencillez. Muy pocos poblanos conocen a esta mujer y saben que ocupa el puesto de presidenta de Morena. Quienes conocen, a esta “medo metro,” solo conocen a la Monina, la proxeneta, esa es su fama local y nacional.
Las intenciones de la Monina son obtener más y más poder porque aunque la ambición es su motor principal, el poder le sirve para aprovecharse de sus puestos y pasar por encima de la ley. Pero la carrera por el poder en la que se quiso enfrascar la Monina, terminó antes de despuntar realmente. Sus nefastos delitos deben pesarle tarde o temprano.
Una funcionaria pública en labores abusa de su poder y amenaza a mujeres, dignas familias, personal de la administración estatal y a todo el que puede con sus aires de poder y arrogancia., por eso le hace el feo a sus electores… Los habitantes de Tehuacán y Puebla GRITAN BAASTAA. “YA BASTA DE IMPUNIDAD”, “ALTO A LAS AMENAZAS”, “QUEREMOS TRABAJAR EN PAZ”, “GOBIERNO CÓMPLICE”, “YA RESÍGNATE, LADY DEMANDAS”, “JUSTICIA PARA SOCORRITO ROMERO”.
Aunque le fastidia, la Monina ha tenido que acercarse más a las personas humildes para seguir sosteniendo la supuesta facha de mujer preocupada por los pobres, cuando la realidad es que se cree de la realeza y le incomodan las personas humildes. La antipatía de esta mujer la ha colocado en el rezago absoluto.