En su evolución las ONG han perdido su ideología y razón de ser, usan el poder de sus financiadores y abusan de las necesidades de las gentes para cumplir “perversos objetivos” de sus intereses extranjeros; aseguran analistas.
CDMX: Al día de hoy los discursos de las ONG, están desgastados y valiéndose de las circunstancias sociales y las necesidades, son exagerados; provocando tensiones, contradicciones, expresiones ambiguas, argumentos opuestos, signos de duda, división y odios, etc. Desvirtúan la objetividad y se han encontrado omisiones explicitas e implícitas o no directamente expresadas; fomentando conflictivos con sus estrategias manipuladoras y mercantilistas de supuesta solución y ayuda
Expertos aseguran que con la variabilidad del discurso de las ONG, sus retóricas publicitarias e incoherencias en su crecimiento y evolución han desgastado las ideas, conceptualizaciones de la caridad; la solidaridad, la cultura, el lenguaje y sus proyectos fuera de toda realidad u objetivos y de esa forma según sus acciones proyectan estrategias en planes y programas intervencionistas y utilitaristas en las comunidades y su gente.
Esta situación ha llevado a los intensos debates suscitados sobre el papel de las ONG, sus recursos; sus fundadores; sus estructuras; cooperación internacional; sus dilemas ideológicos, el explorar los argumentos e identificar las problematizaciones que realizan respecto de sus actividades así como de la cooperación en general, donde muestran una serie de ambivalencias que se encuentran en la raíz de los problemas de legitimidad.
En esta tarea, hemos recuperado un concepto de ideología que, aplicado a sus discursos, nos permite abrir planteamientos críticos sin caer en sus viejos usos deterministas. En general, podemos circunscribir nuestro trabajo en los denominados Estudios Críticos del Discurso al analizar “la reproducción discursiva del abuso de poder” en el campo de las ONG. Campo imbuido por un discurso bastante más sutil pero hostil; discursos que argumentan una “caótica” realidad social. Así, mientras los discursos y prácticas del campo de las ONG no confronten los valores dominantes del orden social y tengan un punto de equilibrio en sus causas, no podrán llevar a cabo su pretendido ideal discurso y Sociedad; destacan analistas sociólogos.
Uno de los acontecimientos que ha revelado estas situaciones del discurso y supuestas ideologías son el caso de la intervención en Chiapas, donde la emergencia del conflicto político en 1994 atrajo la presencia de diversas agencias de cooperación; que fomentaron más las hostilidades. Basándose en la opinión de actores locales y expertos se concluye que los proyectos financiados desde el exterior tratan de aparentar en “civilizar la sociedad civil” al resignificar las prácticas locales mediante un cierto uso de conceptos como “género”, “derechos” o “ecología”. Que en el fin último traen las consecuencias de un uso problemático y en debates de corte antropológico, social y de justicia.
En este sentido resulta imposible entender las acciones altruistas de donación, ya que constituirían un gesto egocéntrico en superioridad simbólica, coinciden en que las ONG tienden a invisibilizar ciertas formas de gobierno apelando a la autonomía, la autorregulación y control de los individuos sobre sus intereses.
Examinando la variabilidad del discurso de las ONG; del desarrollo, la crítica de la ideología y los dilemas ideológicos. “…todas esas cosas que los dominantes celebran, y en las que se celebran celebrándolas, sólo pueden cumplir su función simbólica de legitimación porque, precisamente, se benefician en principio de un reconocimiento universal pues ningún hombre puede negarlas abiertamente sin negar en sí mismo su humanidad. Sobre todo cuando ya han logrado un cambio en la gente “es decir los lavados de cerebros”.
En esa línea, ha sido incisivo el antropólogo colombiano Arturo Escobar quien ha caracterizado el discurso del desarrollo como aquel que establece elementos de continuidad entre el régimen de representación colonial y el actual régimen de representación desarrollista. Para Escobar, este discurso se caracteriza por presentar la pobreza como una “falta de desarrollo” únicamente, como discurso y principio de clasificación, sobre el Tercer mundo.
De este modo, las ONG fundamentan sus proyectos en buena parte desde el discurso del desarrollo, que trataría de representar sus medios y sus fines como supuestamente universales; sin embargo, unidireccionalmente promulgados desde los llamados países desarrollados. Por consiguiente, discurso susceptible de poseer componentes ideológicos en tanto “contribuyen a legitimar los intereses de un grupo o clase dominante”; esa es la dimensión discursiva de la cooperación internacional se compone de ideas desarrollistas, que en tanto ideas dominantes y siguiendo la noción de ideología, caen bajo sospecha de falsedades, manipuladores del discurso.